(11 de octubre, 2023). Hay áreas de la sociedad en las que la IA no solo es obvia, sino necesaria, como investigación, finanzas o mercadeo. Pero ¿qué tal la jurisprudencia, la Constitución, las leyes orgánicas y ordinarias, entre otras? El website Ámbito Jurídico presenta un interesante caso.

Cuentan que la comunidad legal experimentó un hito histórico cuando un juez colombiano utilizó Inteligencia Artificial Generativa (IAG) para redactar partes de una sentencia. La Corte Constitucional está revisando este caso (Exp. T-9.301.656). Aunque la IAG suscitó fascinación y temor, no violó derechos fundamentales, ya que el juez no basó su decisión en IA. Ambas instancias resolvieron el caso con interpretaciones propias.

La revisión de la Corte se centra en la irregularidad procesal y su impacto en los derechos de las partes. No hay prohibición constitucional contra el uso de IA en la Rama Judicial. El sistema judicial colombinao ha enfrentado desafíos: en 2022, la Corte Constitucional revisó 600,000 acciones de tutela; en 2020, había 1,8 millones de casos pendientes.

A pesar de la falta de una definición técnica clara de IA, se entiende como sistemas que emulan el razonamiento humano para tareas específicas. Las soluciones basadas en IA han mostrado sesgos, especialmente en libertad condicional, debido a conjuntos de datos defectuosos.

A diferencia de las soluciones específicas para uso legal, la IAG inicialmente se diseñó para uso general y produce resultados impredecibles. La optimización de tareas administrativas con IA es permitida y puede mejorarse mediante técnicas de ajuste fino.

Se deben aplicar Recomendaciones de Responsabilidad de la IAG del Foro Económico Mundial para garantizar transparencia y responsabilidad. La IA puede ser una herramienta poderosa si se implementa responsablemente en leyes, procesos judiciales, jurisprudencia, legislación y otros..

 

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