Humanidad vs IA en un tablero de ajedrez (Match Kasparov-Deep Blue)

Humanidad vs IA en un tablero de ajedrez (Match Kasparov-Deep Blue)

Fernando Nunez-Noda, Editor de Máquinamente.

Un épico triunfo de la máquina que es, en el fondo, un logro humano para las épocas.

(Sep. 23, 2023). Hace 27 años el excampeón mundial de ajedrez Gary Kasparov se enfrentó por primera vez con un rival inusual: la supercomputadora Deep Blue, de IBM, que sorprendió al mundo porque en 1996 Kasparov le ganó con mucha dificultad, pero al año siguiente la máquina se impuso en un rematch. Vale decir que Kasparov es, según consenso, el mejor ajedrecista (humano) de la historia.

Para mis clases (de tecnología en la Escuela de Periodismo) en la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, Venezuela, solía usar estos históricos encuentros para explicar los modelos y esquemas de la comunicación social. Comparto algunas reflexiones al respeto:

La inteligencia artificial es humana

Se atribuye al matemático inglés Alan Turing (1912-1954, en la foto) la creación de la «informática» o «computer sciences», como es llamada en inglés. En 1936 escribió los principios que rigen la computación moderna y llegó más allá, hasta preguntarse si los cerebros electrónicos podían algún día ser inteligentes. No es casualidad que en el cubículo frío y liso de Hal 9000, la computadora pensante del film 2001: una Odisea Espacial (1969), solo mostrara un pequeño retrato de este matemático.

La «máquina de Turing» (1936), un aparato imaginario capaz de imitar procesos inteligentes humanos tan sólo si se presentan como “algoritmos”, se considera el gran predecesor de las computadoras y de los programas actuales. Deep Blue, el sistema computacional de IBM que «derrotó» a Gary Kasparov en 1997, es una máquina de Turing porque produce millardos de configuraciones complejas a partir de reglas simples que se agregan y concatenan, de modo que parecen realizadas, no sólo por un humano, sino por uno superdotado.

Más que la máquina, a mí me llama la atención la célebre «prueba de Turing». Consiste en un «juego de imitación» por el cual un participante hace las mismas preguntas binarias a un humano y a una máquina, sin saber cuál es cuál, dado que ambos están ocultos. El punto es averiguar cuán lejos puede sostenerse el engaño de la máquina, es decir, cuántas preguntas pueden hacerse hasta que quede en evidencia cuál es la máquina.

¿Cuál es el humano, cuál la máquina?

Como un trabajo para mis alumnos de comunicación social, en la UCAB, re-imaginé la prueba así: Gary Kasparov está sentado frente a una pared, hay dos monitores de computadora con tableros exactos, cada uno con un teclado. Un monitor está conectado a una computadora operada en tiempo real por un grupo de jugadores y sus asesores, el otro está conectado a Deep Blue. El campeón mundial de ajedrez desconoce quién o qué está detrás de cada monitor.

Si Kasparov juega contra ambos «contendores» la pregunta es: «cómo y cuándo sabe cuál es manejada por humanos o por Deep Blue». Si tarda mucho en delatar a la máquina o no lo hace del todo, entonces aquella imita muy bien la inteligencia deductiva humana.

Pedí a mis alumnos una reflexión sobre esta prueba de «Turing-Kasparov». ¿Hay comunicación en el caso de Deep Blue? Si Kasparov no identifica a Deep Blue ¿se puede hablar de algún tipo, aunque sea primitivo, de inteligencia?

Ambos y ninguno

La respuesta es que ni yo mismo estaba muy claro. Mis alumnos, que son muy inteligentes y creativos, también divagaron. Uno piensa en Deep Blue, al principio, como algo que tiene una conciencia propia, en vez de un entramado de cables y de códigos. Como los gatos, sólo nos llama la atención lo que se mueve, lo que actúa en el momento, de modo que la máquina trabajando nos parece un interlocutor. 85% de los alumnos indicó que Kasparov y Deep Blue tienen una relación emisor-receptor similar a la que tendría con humanos.

Cuando Kasparov juega contra el equipo de maestros no hay máquina de Turing. Pero entonces ¿qué ocurre cuando Kasparov juega con Deep Blue?

Visto como un circuito cerrado, decir que entre el campeón mundial de ajedrez y una máquina hay comunicación es anatema, porque la comunicación (social) es humana. Si no, lo que le gritamos a nuestras computadoras sería un insulto, no una descarga de frustración. Según el paradigma tradicional, sólo se completa un circuito comunicacional cuando el emisor y el receptor son seres pensantes y no, uno de ellos, un sistema seudopensante.

Comunicación parecida a la humana ¿sí o no?

Ahora bien, en un espectro más amplio, el match Kasparov-Deep Blue sí puede implicar comunicación después de todo. En efecto, si vamos más allá, hallamos un diálogo entre Kasparov y los programadores del sistema. En este sentido, no importa que los programadores estén presentes o embebidos en el programa, que actúa incluso cuando ellos duermen. Lo importante es que ellos previeron el diálogo, en forma de algoritmos, de modo que Deep Blue simula la interacción real de un jugador humano, en este caso, uno de los mejores del mundo.

Los medios masivos, como la televisión o la prensa, ofrecen mensajes iguales para todo su público (todos ven la misma telenovela, todos leen esta misma página). La computación, al ser programable, permite que diversos usuarios sigan diferentes caminos. Con Kasparov, Deep Blue ejecuta una partida de nivel mundial. Conmigo, me despacha en pocos movimientos.

Cuando usted diseña un programa de computación o una página web, prepara de antemano una historia, pero no la misma para todos, sino la que cada quien va haciendo, de la forma «si entra por aquí, se le responde así; si hace clic en aquello, ocurre esto otro, etcétera». Esa secuencia de instrucciones condicionadas, ese diálogo semi-programado, es lo que llamamos “algoritmo”.

Deep Blue es una prolongación, no sólo de las capacidades ajedrecísticas de sus programadores, sino de sus habilidades comunicacionales, dado que la computadora y su software son capaces de responder a muy complejas estrategias de engaño y sutileza. Puede simular, cambiar de estrategia sobre la marcha…

Deep Blue no tiene voluntad ni conciencia, pero sus programadores sí. Por ejemplo, «enrocar antes de nueve jugadas», «dominar el centro del tablero», «forzar tablas» son muy complejos juegos de posibilidades. Sobre esta base se construye una programación que anticipa las respuestas de un contrincante junto a sus propias intenciones, que las tiene el Kasparov.

En resumen: hay inteligencia en ambos casos. Contra los expertos en vivo no hay duda, porque todos son humanos. Mas en Deep Blue también, porque realmente Kasparov sigue jugando contra sus programadores, pero en tiempos diferidos.

La «inteligencia artificial» es el traslado de inteligencia fuera de la mente, a cerebros mecánicos que imitan algunos aspectos no tan rudimentarios del pensamiento.

Estamos, eso sí, a enorme distancia de un pensamiento artificial más sofisticado o emotivo, pero hay razones para celebrar ese pequeño triunfo contra Kasparov, porque revela el poder de la inteligencia combinada y condesada fuera del cerebro para que «piense» por sí misma.

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El ChatGPT nos dice lo esencial para empezar a usarlo

El ChatGPT nos dice lo esencial para empezar a usarlo

Tomado del ChatGPT, al preguntarle cómo comenzar desde cero a usar el chatbot. Nos dice:

Por supuesto, puedo explicar qué es ChatGPT y cómo funciona de manera accesible tanto para un adulto con conocimientos promedio de computadoras como para un joven de 15 años con buenos conocimientos informáticos para su edad.

Para un Adulto con Conocimientos Promedio de Computadoras:

ChatGPT es un programa de computadora diseñado para mantener conversaciones con personas. Es un tipo de inteligencia artificial (IA) que se entrena con una gran cantidad de texto de internet, como libros, sitios web y artículos. Este entrenamiento le ayuda a entender y generar texto similar al humano.

Así es cómo funciona:

1. Entrada: Le proporcionas un mensaje o pregunta a ChatGPT escribiéndolo en una computadora o un teléfono inteligente. Por ejemplo, podrías preguntar: «¿Cómo está el clima hoy?»

2. Procesamiento: El programa analiza tu entrada utilizando algoritmos complejos. Intenta entender el significado de tu mensaje, como lo haría un humano al escuchar una conversación.

3. Respuesta: Después de entender tu mensaje, ChatGPT genera una respuesta en forma de texto. Es como hablar con un generador de texto muy conocedor. Intenta proporcionarte una respuesta útil o entablar una conversación basada en lo que ha aprendido de sus datos de entrenamiento.

4. Salida: La respuesta se muestra en tu pantalla, y puedes continuar la conversación haciendo más preguntas o proporcionando más información.

Entonces, en resumen, ChatGPT es un programa de computadora que puede entender y generar texto similar al humano basado en las conversaciones que ha aprendido de internet.

Para un Joven de 15 Años con Buenos Conocimientos Informáticos o un Adulto con Espíritu Joven: 
ChatGPT es un programa de computadora muy inteligente que puede hablar con personas como tú y yo. Es como un chatbot, pero mucho más avanzado.

Así es cómo funciona, simplificado:

1. Aprendizaje de Internet: ChatGPT ha sido entrenado con un montón de cosas de internet. Leyó libros, artículos y sitios web para aprender cómo hablan las personas y lo que saben.

2. Hablar con Texto: Cuando escribes algo a ChatGPT, lee lo que dijiste y trata de entenderlo. Es un poco como cuando chateas con amigos en tu teléfono, pero es una computadora la que está chateando.

3. Pensar y Responder: Después de entender tu mensaje, ChatGPT piensa muy rápido y crea una respuesta. Es casi como un cerebro súper rápido que ha sido entrenado para dar buenas respuestas.

4. Texto de Vuelta para Ti: Luego, escribe su respuesta y te la muestra en la pantalla. Es como tener una conversación de texto con una computadora realmente inteligente.

Así que, ChatGPT es como un super chatbot que puede hablar contigo, responder tus preguntas y tener conversaciones porque aprendió mucho de internet. ¡Es bastante genial!

ChatGPT
¿Podrá la IA cambiar el trabajo tal cual lo conocemos?

¿Podrá la IA cambiar el trabajo tal cual lo conocemos?

Del blog One Useful Thing y escrito por Ethan Mollick, nos llamó la atención un artículo, sobre el impacto de la IA en el trabajo. El texto es lapidario desde el mismísimo título: «Estudio: Los trabajadores que utilizaron inteligencia artificial produjeron resultados de un 40% mayor calidad que aquellos que no lo hicieron».

La fuente de estos hallazgos viene de «un nuevo estudio realizado por científicos sociales de algunas de las universidades más grandes del mundo, (…) Los sujetos de prueba que utilizaron ChatGPT para realizar 18 tareas laborales diferentes superaron significativamente a sus pares que no lo hicieron.»

Recopilemos algunas conclusiones (mostradas en el gráfico):

  1. «El estudio se llevó a cabo en colaboración con Boston Consulting Group y analizó a cientos de consultores en 18 tareas laborales diferentes.
  2. «Quienes utilizaron la inteligencia artificial completaron un 12,2% más
    de tareas laborales.
  3. «También realizaron las tareas un 25,1% más rápido.
  4. «Aquellos que utilizaron la inteligencia artificial produjeron resultados de un 40% mayor calidad que los que no lo hicieron.
  5. «Los consultores con las calificaciones más bajas al inicio del estudio experimentaron el mayor aumento en el rendimiento cuando se les permitió utilizar la inteligencia artificial.»

Los responsables de la investigación fueron científicos sociales de Harvard, MIT y la Universidad de Warwick, además de investigadores de BCG. El estudio contó con la participación de cientos de consultores, y se determinó al azar quiénes tenían permiso para emplear la inteligencia artificial. Aquellos consultores a los que se les permitió utilizar la inteligencia artificial recibieron acceso a GPT-4.

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